Por: Coral De La Vega
Alguna vez te has cuestionado o has reflexionado sobre el poder que tiene tu respiración, ¿lo has experimentado?
Nuestra respiración nos puede ayudar a tener mejor vitalidad, a descansar, a calmarnos, a relajarnos, incluso algunos estilos de respiración nos pueden ayudar a acceder a estados alterados de consciencia.
Observa qué sucede cuando llevas tu atención plena a tu respiración. O recuerda qué sucede cuando, de pronto, estás súper agitado y tu mente está llena de cosas: vas a notar que tu respiración se vuelve mucho más corta y mucho más agitada.
Cuando contemplo mi respiración, contemplo mi vida. Me empiezo a dar cuenta de todos los procesos internos que comienzan a suceder y de mis pensamientos, es cuando puedo comenzar a vivir en el momento presente.
¿Te gustaría tener más calma, descansar, aprender a hacer pausas en tu vida?
Esta herramienta te puede ayudar. No necesitas nada más que aprender a atraer tu atención plena a la respiración. O, mejor dicho: recordar, estar atento al movimiento de tu respiración. Esto lo puedes hacer en cualquier lugar, en cualquier momento, a cualquier hora.
La respiración es el eje de muchas otras disciplinas, como artes marciales, yoga, muchos tipos de meditación, etc. La respiración es lo que le da vida a lo inerte.
Meditación Awareness
Colócate en una postura muy cómoda, puedes realizar esta práctica sentada o sentado en una silla, con las piernas abiertas al ancho de las caderas, descansando el dorso de tus manos en los muslos, muy relajado, o te puedes recostar. Yo recomiendo que te sientes, para que estés atento.
Cuando te sientas listo, si te resulta cómodo, puedes cerrar los ojos. Manteniendo tu espalda erguida, la curvatura natural de tu espina dorsal. Tus manos están relajadas, descansan. Con tus ojos cerrados ve trayendo tu atención plena, únicamente a tu inhalación.
Al inhalar, siente como entra el aire, el elíxir de vida por tus dos fosas nasales, inhalando profundo por la nariz, haz una breve pausa en tu inhalación, sosteniéndola. Exhalando lento, suave, por la boca. Soltar.
Permítete sentir las sensaciones de la inhalación. Haz una breve pausa, sosteniendo la inhalación, exhala lento y suave por la boca. Mantente atento a tu respiración.
Es natural que lleguen pensamientos, que la mente interrumpa, no luches, no es necesario. Si te distraes simplemente regresa a tu atención plena al notar toda una inhalación, toda una exhalación.
Inhalando profundo por la nariz, sostén un instante, exhalando lento y suave por la boca. Soltando, dejando ir. Continúa respirando de esta forma, entregándote al acto de respirar, soltando tus quehaceres, tus pendientes, tu lista de tareas.
En este momento, no hay nada más que hacer, no hay donde ir. Permítete disfrutar de todo un recorrido de inhalación y de exhalación, notando la sensación al inhalar, nota cómo tu aliento se adentra en tu piel.
Sostén la inhalación, al exhalar por la boca, nota cómo tu aliento sale, soltando, dejando ir, trayendo de la mano a tu atención plena, al notar todo un recorrido de inhalación. Todo un recorrido de exhalación, permitiendo que tu respiración se vaya volviendo cada vez más lenta, cada vez más profunda.
Permítete disfrutar del sonido silencioso de tu respiración. Si llegan pensamientos es natural, no pasa nada. Si de pronto te distraes con algún pensamiento, simplemente regresa a notar tu respiración, a sentir tu respiración, disfrutando de simplemente ser, de simplemente estar, de ser uno con tu respiración.
Inhalando profundamente, sostén, exhalando suavemente, dejando ir, soltando. Nota como al inhalar estás recibiendo el elíxir de vida, la fuerza vital. Cada inhalación es un nuevo comienzo, permite rejuvenecer, regenerar tus células.
Continúa atento a tu respiración, gentilmente inhalando, gentilmente exhalando. Disfrutando de la sensación, respirar sin esfuerzo. Vamos sintiendo el estar con tu respiración, estás en casa, inhalando calma, exhalando tranquilidad. Inhalar notando cómo se calma tu mente.
Al exhalar, estás más calmado, más relajado, más tranquilo, inhalando profundo, exhalamos suave, disfrutando del movimiento, la respiración de tu cuerpo, siguiendo un recorrido de inhalación y exhalación, notando, percibiendo.
Continúa inhalando, exhalando, disfrutando de esta pausa, de este momento, de este espacio de perfecta, paz, perfecta calma. Inhalado, suave, lento, recibiendo el elíxir de vida. Exhalando. No hay nada más que hacer, no hay a dónde ir.
Disfrutando de cada inhalación, de cada exhalación, poco a poco ve notando cómo está tu cuerpo, tus sensaciones, puedes comenzar a mover tus manos suavecito. Tras continuar atenta a tu respiración puedes comenzar a abrir tus ojos, contemplar, percibir todo lo que te rodea, observa sin juzgar.
Contempla las formas, las luces, nota cómo se siente notar tu respiración, como se siente desarrollar una nueva relación con tu respiración. Tu respiración es tu compañera de vida. Está aquí para recordarte estar presente.
Repite este ejercicio las veces que consideres necesario y de esta manera podrás mantenerte presente en el aquí y en el ahora.
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Creadora del método Ayam
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