¿Cuántas veces has escuchado que estamos acabando con nuestro planeta?
Que…Los recursos naturales están agotándose, que nuestros campos, bosques y océanos están cada vez más contaminados…
¿Pero te has puesto a pensar en todas las formas en las que esto nos puede impactar?
La contaminación está envenenando nuestro planeta, la comida y por supuesto, a nosotros mismos.
Por ejemplo, los pescados y los crustáceos son nutritivos y no deberían faltar en una dieta sana. El inconveniente radica en los distintos tipos de contaminantes que contienen sin excepción: inorgánicos como antimonio, arsénico, cadmio, plomo, mercurio, selenio, étc.
Estos metales son depositados en los suelos por la minería, fabricación de materiales médicos y odontológicos, herbicidas, fungicidas, combustibles, fundición de metales y basura y otros procesos industriales. Al estar en los suelos, pueden pasarse a ríos o condensarse y llegar a las nubes y lluvia. También, pueden depositarse directamente en los sedimentos marinos. De cualquier forma, alcanzan los mantos acuíferos y contaminan mares y océanos. Ya estando en ellos, las bacterias ayudan a su transformación y se pasan al plancton del cual se alimentan varias especies, que a la vez son consumidas por otras. Como podrás ver es una cadena.
A continuación, te mostramos algunos efectos de los metales pesados más comunes:
Arsénico: la exposición crónica puede provocar cáncer y defectos en la piel, mientras que la aguda: vómito, diarrea, dolor abdominal y enrojecimiento de la piel.
Cadmio: es altamente tóxico y puede provocar cáncer, problemas cardiovasculares, alteraciones neurológicas y óseas.
Plomo: la exposición a este mineral puede provocar anemia, falla renal, hipertensión arterial, daño al sistema nervioso central y reproductor. En niños puede provocar alteraciones en el desarrollo cerebral, trastornos del comportamiento, problemas intelectuales, coma, convulsiones y muerte.
Mercurio: este es el metal pesado con mayor impacto en la salud de las personas, por ello, le hemos dedicado una sección completa.
Todo lo que necesitas saber del mercurio…
Este mineral se usa para la producción de equipo eléctrico, pilas, baterías, pinturas, fungicidas, materiales médicos y odontológicos, como para las armas y minería.
Debido a la solubilidad del metilmercurio en los tejidos grasos, este se acumula fácilmente en los pescados con mayor contenido de grasa, como los pescados azules. Esta concentración en los tejidos grasos, aumenta conforme pasa el tiempo. Por lo mismo, los pescados depredadores, que ocupan un lugar superior en la jerarquía de la cadena alimentaria, tienen una mayor concentración de mercurio.
Es importante resaltar, que un pez es de gran tamaño (como el atún), requiere de mayor cantidad de alimento, por lo que acumulará mayores cantidades de mercurio. Además, cuando un animal ingiere mercurio este puede permanecer en su organismo de forma indefinida.
Los pescados con mayor probabilidad de contaminación con mercurio son pez espada, emperador, atún rojo, cazón, marrajo, tintorera y lucio. Por otro lado, con respecto a los mariscos, la Agencia española de seguridad alimentaria y nutrición (AESAN) recomienda no comerse las cabezas de cigalas, gambas o langostinos, ya que podrían estar contaminadas con cadmio.
Puede afectar en mayor medida a mujeres embarazadas, en lactancia, a los fetos y a los niños más pequeños. Esto, ya que afecta al sistema nervioso central y puede atravesar fácilmente la placenta y barrera hematoencefálica. Estudios han demostrado que el metilmercurio daña al sistema nervioso central y a los riñones.
Y el…¿el salmón? Y..¿la sardina?
El salmón es un pescado graso, sin embargo si proviene de la acuicultura o aguas vírgenes (de Alaska por ejemplo) el riesgo de contaminación es nulo.
De igual forma, las sardinas son pescados grasos, pero su tamaño es mucho menor y si provienen de mares con menor contaminación o de la acuicultura, la probabilidad de que estén contaminadas es muy baja.
Tanto el salmón, como las sardinas son una fuente excelente de proteína, se digieren fácilmente y son ricas en nutrientes como ácidos grasos omega 3, vitamina A y D, calcio, yodo y selenio.
¿Entonces si es bueno o no consumir pescados y mariscos?
- Alta fuente de proteína de alto valor biológico.
- Contienen ácidos grasos omega 3 (los cuales ayudan a la salud de tu cora y todo tu sistema nervioso)
- Alto contenido de yodo y selenio
Es una buena idea consumirlos 2 o 3 veces por semana y variarle entre pescados como Tilapia, Salmón, Sardina.
Referencias
Agencia española de seguridad alimentaria y nutrición. (2022). Mercurio . Obtenido de Agencia española de seguridad alimentaria y nutrición: https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/seguridad_alimentaria/ampliacion/mercurio.htm
Charo Tabernero García . (2021). El ‘heavy metal’ de los pescados . Obtenido de Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid : https://blog.cofm.es/heavy-metal-pescados/
Mukherjee, J., Saha, N. C., & Karan, S. (2022). Bioaccumulation pattern of heavy metals in fish tissues and associated health hazards in human population. Environmental science and pollution research international, 29(15), 21365–21379. https://doi.org/10.1007/s11356-021-17297-6
Organización Mundial de la Salud. (2022). Intoxicación por plomo y salud. Obtenido de Organización Mundial de la Salud : https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/lead-poisoning-and-health Robinson Cruz. (2023). Metales contaminantes en los pescados . Obtenido de Instituto iideNut Bioquímica clínica nutricional: https://www.iidenut.org/instituto/2023/02/28/metales-contaminantes-en-los-pescados.